En los últimos años se está ampliando mucho el abanico de productos lácteos fermentados, es decir, podemos encontrar en el mercado diferentes alimentos que se parecen al yogur. Mahala también ofrece hoy en día, nuevas variedades a sus clientes. El consumidor puede elegir entre el yogur natural de siempre, el bifidus natural y el kéfir de leche de vaca.
Diferentes culturas han utilizado diferentes formas de transformación de la leche según territorios y épocas. El objetivo principal ha sido el de conservarla durante más tiempo y por los beneficios que puede tener en nuestro organismo.
Hoy en día debido al flujo de información que recibimos se han desarrollado nuevas fórmulas en nuestro entorno. Como consecuencia ha dado lugar a una considerable ampliación de la gama de productos lácteos. Sin embargo, muchas veces no distinguimos los diferentes productos y ni conocemos sus características y diferencias. Aquí tenéis una pequeña guía:
El yogur, el bifidus y el kéfir que ofrece Mahala son elaborados con la leche fresca de vaca de alta calidad. Se realiza una transformación respetuosa, con procedimientos naturales, controlando todo el proceso y poniendo en valor la materia prima. Se mantiene la filosofía de siempre desarrollando los conocimientos adquiridos.
YOGUR NATURAL
Se diría que el consumo de yogur es el más antiguo en nuestra cultura y nuestras costumbres. Lo obtenemos al pasteurizar la leche de vaca y mezclar el fermento. Para que legalmente se le pueda llamar yogur, sólo se pueden mezclar los fermentos de tipo Lactobacillus bulgaricus y Streptococcus thermophilus. Estos fermentos irán comiendo el azúcar de la leche, aumentando su acidez y cuajandola. Cuando obtenemos el yogur tendrá al menos 10 millones de bacterias por gramo, es decir, más de mil millones de bacterias por ración. Estas bacterias pueden tener beneficios en nuestro estómago, intestinos y en el sistema digestivo en general.
BIFIDUS
Cuando tomamos en las manos un producto llamado bifidus, además de los ingredientes que contiene un yogur, tiene además otro tipo de bacteria. Una bacteria viva de tipo bifidobacterium está presente en este producto, de forma que cada recipiente de yogur llegará a ser 12.500 millones de bacterias. Este tipo de bacteria forma parte de nuestra microbiota intestinal desde que somos pequeños, así que no añadimos ningún componente raro en nuestro cuerpo, sino que enriquecemos los que ya disponemos anteriormente.
KÉFIR
Cuando la leche entra en contacto con un grupo de bacterias llamado kéfir se inicia un proceso de fermentación y obtenemos un producto similar al yogur líquido. Estas bacterias kefir son probióticas, son una masa biótica que combina levaduras, lípidos y proteínas, envueltas en una matriz polisacárida llamada kefirán.
Explicados de forma muy técnica, los principales microorganismos que componen este microorganismo presente en el kéfir son las bacterias Lactobacillus. acidophilus y levadura (hongo unicelular) Kluyveromyces marxianus, en concreto, aunque la composición de los microorganismos que forman el kéfir varía según las regiones y los métodos de cultivo. Tendrá un sabor similar al del yogur, que puede resultar un poco más amargo y carbonatado. Nos puede interesar para reforzar el sistema inmunológico, mejorar las digestiones y proteger las paredes del intestino. También puede tener efectos antiinflamatorios.